Quiero ver qué pasa si no me rindo
Si están suscriptos a Yo No Soy de Acá y estuvieron recibiendo el newsletter del blog, en el último que mandé el viernes pasado vieron que recomendé una serie de Amazon Prime que se llama «The Marvelous Mrs. Maisel». En resumen, Mrs. Maisel es una mujer casada con dos hijos en la década del 50 en New York cuyo marido sueña con ser comediante. Después de una noche de fracaso total en una de sus presentaciones de standup, el marido la deja y ella tiene que resolver cómo rehacer de su vida. Curiosamente, acude al humor para ahogar sus penas y se convierte ella en la experta del standup.
En cada capítulo, Mrs. Maisel tiene al menos unos 3 o 4 minutos de monólogo que son una absoluta delicia de la escritura. Si bien está todo ambientado en los 50s y hay un respeto total por la época, los temas son tan actuales como la ansiedad en el siglo XXI. Habla sobre maternidad, amistades, relaciones familiares, costumbres y cultura de una manera tan ingeniosa que me tiene enamorada. Después de ver los capítulos busco la transcripción para volver a ver los chistes, y lloro de risa.
Esto no viene al caso solamente porque creo que es una buena recomendación (que lo es si les gusta el humor gringo y la inmersión cultural en New York). Viene porque, de una manera bastante curiosa, Mrs. Maisel terminó entrometiéndose en mi vida de la manera más impensada.
Resulta que hoy, como me ha ocurrido últimamente, la verdad, tuve un día de crisis. Después de que le entraran a robar a mis padres hace un mes a nuestra casa de Montevideo, me puse a mover las redes sociales a ver si servían de algo para encontrar alguna de las cosas que se llevaron los «amigos de lo ajeno». No tuve mucho éxito (aún), pero me tengo fe.
Después vino mi madre de visita a Bogotá y ahora al regreso (no te lo pierdas) le perdieron la valija (con LATAM si quieren detalles y, aparentemente pasa todo.el.tiempo). Cuestión que hoy me fui hasta el aeropuerto a averiguar dónde estaba la bendita valija. Estuve todo el día rastreándola como si fuese la empleada de Latam que no tienen y empecé una campaña en Instagram para ver si finalmente la compañía se hace cargo y deja de inventar cosas. Enserio, ¿cómo puede ser que la valija va con todos esos códigos de barra, y de repente nadie sabe dónde está? No lo concibo, nunca me había pasado algo así (no me digan que se pierde porque es cualquiera, ¿en cinco horas se despega ese semejante pegote? Na.).
En fin, esta semi locura está en mi ADN. Puede que suene a pesadilla, pero si no siento que hice absolutamente todo, pero todo, y más, para conseguir las respuestas que creo justas, no puedo frenar. No puedo. No sé cómo explicarlo. Cuando le conté mi «Campaña Sherlock» a uno de mis hermanos me dijo: «Si hay alguien que le tengo fe de conseguir las cosas, es a ti». Sabe que soy una rompe huevos cuando quiero, es la verdad, y esto que encontré en Instagram creo que define lo que quiero decir:
Esto viene desde muy chica. Lo de rompe huevos, sí eso sí. Pero también la tesón. Creo que mi primer trabajo, si la memoria no me falla, fue una vez que mi padre me sentó en su oficina con una lista de clientes y números de teléfono y montos de lo que le debían. Mi trabajo era, obviamente, conseguir que le pagaran. Si la memoria sigue sin fallarme, creo que algunos de los pagos recuperé a punta de insistencia y obviamente, razón. Me indignan las respuestas sin sentido, la falta de consecuencia y los vivos. Por Dios, ¡cómo detesto a los vivos de la vida!
Pero claro, todo este proceso tiene un peso enorme en mi equilibro mental. Me enoja, me frustra y detesto la impotencia. Qué cosa más horrible, ¿no? Impotencia: falta de fuerza, poder o competencia para realizar una cosa, hacer que suceda o ponerle resistencia. Créanme, para alguien como yo, esto es no menos que traumático.
Pero mientras estaba ventilándole a Andrés todos mis esfuerzos para que Latam me diera una señal de vida, él, que me conoce y mucho, me dijo: «Creo que está bien. Sos así y también creo que vas a lograr recuperar algo. ¿Pero por qué no haces como Mrs. Maisel? Tomá la frustración y convertila en algo, ¡hasta puede ser algo gracioso! Algo que empiece como: ¿Alguna vez se les perdió una valija? ¿No es insólito que se pierda la valija como si fuese el bendito siglo XVII.»
A ver, yo sé que me casé bien. El hombre es la persona más inteligente, íntegra, amorosa, compañera, aguante al 1000%, y mucho más que conocí jamás. Diría mi nueva idola: I.love.this.man. Pero cuando me dijo eso fue como flechazo a primer Whatsapp. Tenés que entenderme a un nivel demasiado profundo para decirme eso, justo eso. Exactamente lo que necesito en el exacto momento. Tan ideal y justo. Perfecto y productivo. Tan claro y tan imposible de ver con estos ojos nublados míos. ¡Es clarísimo! ¡Tengo que hacer como Mrs. Maisel!
Sepan que mientras escribo esto estoy pensando en el Halloween que viene y en que me voy a disfrazar obvio de Mrs. Maisel y, por qué no, escribir un monólogo seguramente desubicado para decir con 2 o 3 whiskys de más en alguna fiesta a la que no me invitaron. Después de todo, sueño con escribir una serie algún día. Y si nadie me invita a ninguna fiesta, pues la organizo yo, como cuando organicé una fiesta de disfraces para cumplir mi sueño de disfrazarme de La Sirenita.
En definitiva, lo que quiero decir es que yo sé que escribir me hace bien. También me hace bien bailar. Mejor dicho, bailar desacatada hasta parecer Jennifer Lopez en drogas, o conejito Duracell después de 20 Redbull con vodka. Pero ahora, entre Mrs. Maisel y Andrés algo me cierra un poco más, y es que como dice El Gran Gustaf, creo que es el humor el que, en verdad, salvará el mundo, y a mi no me queda otra que seguir usando de manera positiva esas cosas que son parte de mi, y ver, finalmente qué pasa conmigo y mis sueños si no me rindo.
caro
on 22 noviembre 2019eres lo más Mary del infinito. <3
Maria del Carmen Perrier
on 22 noviembre 2019Ay Carito, ¡y tú más! Soy feliz y afortunada de llamarte «amiga». Love u!
Coqui
on 6 diciembre 2019Ame. Mucho.Todo. Como no tenemos distancias de melli, siento tu crisis como propia y esta inspiracion a quitarle dramatismo y sumarle ligereza y risa a la vida.. es sabiduria . Love u melli que siga asi ese duo dinamico soy su fan. A sumar se ha dicho.
Maria del Carmen Perrier
on 7 diciembre 2019Sabelo Coqui! Y de ti aprendí mucho!!!!! Love u mi unicornio preferido!!!!!! Arre por siempre, que nadie ni nada nos quite la alegría!!!!
Selva
on 7 diciembre 2019Améeeeeeee!!!! Rendirse jamás! Muy cierto lo que decís y comparto tu fanatismo por la serie, 3rd season is out baby!!!! BTW todavía no tiene un show en Broadway 🎭 😉 love you!
Maria del Carmen Perrier
on 7 diciembre 2019Gracias amiga!!!! AMO a Mrs. Maisel…. es mágica, cósmica… y apenas esté en Broadway vamossssssss! 😝😝😝😝
Patricia
on 26 julio 2023Leí «Quiero ver qué pasa si no me rindo» y entré corriendo. Estoy en esa etapa de mi vida de ver qué pasa si de una vez por todas no renuncio a la primera dificultad, y de ganarle a la ansiedad que provocan los cambios y las decisiones grandes.
Me encantó tu blog, además de que me sentí TAN identificada con lo de rompe huevos! jaja.
No vi la serie, pero ya quedó en lista. 🙂
Maria del Carmen Perrier
on 8 agosto 2023¡Hola Patricia!!! Bienvenida a mi pequeño mundo del blog. ¡Feliz de tenerte por acá!
Yo pienso que a veces simplemente toca cerrar los ojos y saltar. Uno nunca se arrepiente de hacerlo. ¡Ánimo!
Te espero para las próximas entradas para seguir charlando de todo lo que nos une. ¡Un abrazo!