Cosas que decir: Miedo
Ser mujer da miedo. Da miedo desde el segundo que nacemos mujer porque desde ese preciso momento nuestra carrera se llena de obstáculos.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque tan temprano como los primeros años de vida ya decidieron a qué vas a poder jugar, a qué lugar de la casa pertenecés y a qué te podés dedicar el resto de tus días.
Ser mujer da miedo. Porque apenas vas entendiendo más cosas sobre el mundo te volvés un blanco fácil, y te das cuenta de que lo que te rodea, explícita o implícitamente, está diseñado para disminuirte.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque sin darte cuenta, sin percatarte de que lo hacen a propósito, te van a enfrentar a otras mujeres. Te van a obligar a crecer en conflicto, contigo misma y con otras, y no hay manera fácil de salir de ese carril.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque en un abrir y cerrar de ojos, de blanco fácil pasas a ser presa fácil. No son suficientes los cambios internos de tu cuerpo que además tenés que protegerte de los inadaptados que creen desde siempre que lo que es tuyo pertenece a ellos también. Hasta tu propia vida.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque cuesta confiar en alguien sin pensar en qué están ganando de su parte. Da miedo porque siempre parece haber una letra chica. Porque a veces parece no haber forma de que no te traten como una niña.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque podés estar en la cumbre de tu carrera, marcando un antes y un después en el mundo desde el podio de tu propósito existencial, y todo te sea arrebatado en un flash. Puede que te lo roben y después te culpen por habértelo robado. Y puede que pocos te defiendan y te cuiden.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque opinar es ser insolente. Porque angustiarte es ser exagerada. Porque exigir respeto es ser desubicada.
Da miedo porque tener sueños es de atrevida. Porque salir a ver el mundo sola es una idea que puede ser suicida.
Porque querer que te valoren es de manipuladora. Porque si te violentan no sos víctima. Porque si te sacrificas por los demás, así te dejes el cuero entero, el día que pidas algo vas a ser una malcriada.
Da miedo porque pedir algo que te merecés significa que hacés todo lo que querés. Porque defender tus decisiones te convierte en resentida. Porque por quererte te van a acusar de angurrienta de la vida.
Ser mujer da miedo. Da miedo porque puede llegar un momento en que tu mente no se considere tuya, que tu cuerpo no sea tuyo y que tanto un niño, como un adulto puede decidir que tu futuro no es digno de existir.
Ser mujer da miedo. Se lo dije a Amalia el primer día que nos miramos a los ojos. Le dije que empezaba su carrera de obstáculos. Le dije que la iba a proteger pero tenía que aprender a protegerse sola también.
Ser mujer da miedo. Se lo dije y se lo volveré a repetir. Porque nada parece estar realmente cambiando, porque ellos no están conversando. Porque sea como sea nos siguen matando.
Ser mujer da miedo, le dije. Y que en su vida iba a tener que sortear obstáculos sin parar, algunos inevitables. Le dije que iba a tener que construir armas emocionales para que nadie le pueda quitar su lugar, su valor y su dignidad.
Y le dije que no temiera de mi nunca. Que siempre le iba a creer. Porque yo también nací mujer. Yo también tengo miedo. Y la entiendo.
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