Flash»forward»
Mantener las amistades debe ser una de las tareas más difíciles que alguien puede tener. Cuando pasa mucho tiempo sin ver a alguien y no se comparten tantas cosas, solo el reencuentro puede medir la fuerza de la relación. Por suerte cuando llegó Raquel el tiempo pareció no haber pasado nunca.
Verla fue una recarga de energía arrolladora, que si bien puede ser extenuante, no hizo más que afirmar por qué nos hicimos amigas en primer lugar. Desde su vuelta los días son puros viernes y sábados que están -felizmente- haciendo estragos en este cuerpito que al día de hoy necesita unas cuantas horas de recuperación. Personificamos la frase del sabio Jacobo Winograd y «salimos fuerte», y con tan solo unos días recopilé material para publicar posts por un año.
Hasta Kim* se dio cuenta que había una nueva energía por la vuelta, especialmente cuando me vio después de uno de esos viernes eternos:
– Oh María … party last night?
Es un genio, pero en este caso no era tan difícil darse cuenta.
– Yes Kim, my friend is back in town so we…
– Oh… you look bad María.
– Thanks Kim – le hubiera dicho «yo también te quiero» pero no iba a entender, obviamente.
Se va al fondo y me trae unos snacks coreanos que aparentemente son del más allá y tienen cero calorías, especiales para mí que me fijo tanto en esas cosas.
– This perfect! You try, very popular!
– They look great, thank you Kim.
Mentira.
Según lo que indicaba la foto del paquete eran algas verdes con forma de galletita y saladas que daba miedo, pero el hombre me cuida y no le voy a llevar la contra.
La misma razón que nos llevó a recorrer 4 lugares en una noche fue lo que me obligó a probar el contenido del paquete. Probamos la medicina mágica ignorando que existía la posibilidad de que no le hubieran hecho photoshop a la foto del paquete, pero estamos en modo «saltamos juntas y que sea lo que la noche quiera» -o lo que el snack coreano quiera- y atacamos la terrible alga verde a ver si hacía efecto.
Y es que es imposible no andar en esa corriente cuando ni podemos terminar una oración.
– Rach, what if we go to…
– Let´s go!
Y estamos en camino.
Además, sé que nunca me va a mandar al muere:
– Oh María … party last night?
Es un genio, pero en este caso no era tan difícil darse cuenta.
– Yes Kim, my friend is back in town so we…
– Oh… you look bad María.
– Thanks Kim – le hubiera dicho «yo también te quiero» pero no iba a entender, obviamente.
Se va al fondo y me trae unos snacks coreanos que aparentemente son del más allá y tienen cero calorías, especiales para mí que me fijo tanto en esas cosas.
– This perfect! You try, very popular!
– They look great, thank you Kim.
Mentira.
Según lo que indicaba la foto del paquete eran algas verdes con forma de galletita y saladas que daba miedo, pero el hombre me cuida y no le voy a llevar la contra.
La misma razón que nos llevó a recorrer 4 lugares en una noche fue lo que me obligó a probar el contenido del paquete. Probamos la medicina mágica ignorando que existía la posibilidad de que no le hubieran hecho photoshop a la foto del paquete, pero estamos en modo «saltamos juntas y que sea lo que la noche quiera» -o lo que el snack coreano quiera- y atacamos la terrible alga verde a ver si hacía efecto.
Y es que es imposible no andar en esa corriente cuando ni podemos terminar una oración.
– Rach, what if we go to…
– Let´s go!
Y estamos en camino.
Además, sé que nunca me va a mandar al muere:
– Rach, do you think that if I run into someone I don´t want I look presentable? – camuflar cuatro horas de sueño post viernes no es moco de pavo.
– Oh yeah my friend, always… (…) just don´t take your sunglasses off.
Es oficial, nuestra amistad ha llegado a un nivel óptimo de honestidad, pero más que solamente cubrirme la espalda, el mensaje que me dejó mi roomie provisoria fue: «Mary, I support you», y eso es simplemente, Todo.
Hay un dicho en la casa de Diego que dice «People come to your life for a purpose, once they are gone, they have served that purpose». Por mucho tiempo me agarré de esa frase para aliviar la tristeza que me provoca despedirme de personas importantes en mi vida que quizás no vea más. Es mi «as bajo la manga» para impulsar la vuelta de página y avanzar, pero con Rach no se aplica. Por suerte no por ahora y no por un tiempo. Nos remontamos al año pasado cada tanto, pero en la medida que pasan los días se ve más claro el camino que al menos por los meses que vienen vamos a recorrer juntas, y basándome en la muestra gratis, promete. Estos días de convivencia con ella me hicieron darme cuenta que afortunadamente la balanza se va inclinando cada vez más a las cosas que están por venir que a las que pasaron. Y en eso estamos, las dos, looking forward.
*Si pensaste que «Kim» era Kim Kardashian, te recomiendo la lectura del post «Timing». Cheers!
Comentarios
Deja tu comentario