Decilo Sandra
Hacía varios días que entraba a casa y miraba de reojo los dos maceteros que tengo vacíos hace más de tres meses. Son lindos la verdad, verdecitos, medio rotos como si fueran viejos… están bien. Supieron tener flores en un algún momento que ya no recuerdo, pero ahora con el cambio de hogar creo que es bueno ponerme las pilas y retomar lo que en algún momento fue mi interés por las plantitas.
Flores tengo casi siempre. Me gusta caminar por la calle con un buen ramo y ver como te miran con cara de: «¡Ah! ¡Qué lindo! ¿ A quién se las van a regalar?», aunque me dan ganas de decirles que son un regalo para mi misma y un hábito que tengo simplemente por el bien de mi buen humor. Gracias a Trader Joe´s son una pavada de cuidar, aunque prefiero no pensar qué es que le ponen para que duren como nuevas tres semanas.
La cuestión es que para acompañar a las flores finalmente compré una albahaca y cilantro para las macetitas. Al igual que me pasó en otras ocasiones, me vino un chucho cuando finalmente las puse en el macetero porque se me viene siempre a la cabeza la escena de la película «28 días» de Sandra Bullock, donde le explican a los locos en recuperación que solamente van a saber si están listos para una relación si logran mantener la planta viva. No porque particularmente me estrese el hecho de estar preparado o no, pero confieso que me levanto de mañana con la intriga de saber el diagnóstico.
Al pasar algunos días que me levanto y veo a la albahaca toda contenta pienso, «apa… mirá tú… quién hubiera dicho». Entonces me quedo con la idea de que si quisiera, entonces capaz podría. Pero no mucho tiempo después me llega un mensaje de Nati con la leyenda: «Mary, the plant killa» y esta foto.
Primera reacción: «Claro, a quién estamos engañando», y automáticamente se agranda la brecha entre mi ser y mis padres que están en pleno festejo del aniversario de 40 años de casados (más cinco de novios). Vuelvo a casa, voy directamente a buscarla y me quedo mirándola un rato. La tipa ahí , cabizbaja pero como disfrutando que me dejó el punto claro, y yo mientras tanto acordándome de Sandra.
Me acuesto en la cama, busco 28 días en Netflix porque ahora me tentó, y mientras veo la parte que ella le arruina el casamiento a la hermana cuando se cae arriba de la torta, me acuerdo que el cilantro esta vivito y coleando…
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