Cosas que decir: Regalos
Me acuerdo como si fuese hoy la primera vez que escuché hablar sobre “los cinco lenguajes del amor”. Corrían los últimos momentos del año 2014 y me acababa de mudar de mis primeros aposentos en Washington D.C. —un sótano divinamente remodelado en la calle Dumbarton—, a un cuarto a escasas cuadras de ahí con dos amigas, Grace y Nati.
Convivir con dos amistades era algo completamente nuevo para mí. A diferencia de muchos que migran en las mismas condiciones, siempre se empieza por esta etapa y luego se toma la iniciativa de irse a vivir solo. Mi historia se dio al revés, así que me llevó un rato acomodarme.
Pero no demasiado. Tanto Grace como Naty me hicieron sentir en casa enseguida. Me mostraron todos los detalles del funcionamiento de la casa, me hicieron lugar en todos los estantes que podía llegar a necesitar y organizaron un brindis de bienvenida que se convirtió en una tradición entre nosotras.
En uno de esos pequeños encuentros, Grace nos contó que estaba leyendo The five languages of love, escrito por Gary Chapman. Mientras hacía una reseña rápida antes de pararse para ir a terminarlo como hace cualquier lector que tiene un buen libro entre sus manos, detalló que los cinco lenguajes eran: Palabras de afirmación, Tiempo de calidad, Dar regalos, Actos de servicio y El contacto físico. A esta introducción le siguió una leve explicación de cada uno.
Juro que, desde entonces, pienso en estos cinco lenguajes más de lo que puedo expresar.
Pasaron diez años de ese momento y mientras voy por la vida me voy clasificando. Si hoy soy más de tiempo de calidad, o mañana debería ser un poco más de palabras de afirmación. En fin, es algo que se quedó conmigo y pienso que se va a quedar para siempre. Lo que supe desde el comienzo es que, sin duda, un lenguaje que hablo muy bien es el de dar regalos.
Si pudiera contar como hobby, dar regalos entraría a la lista como uno de mis preferidos. Lo que para muchos es un dolor de cabeza, para mí es uno de los gustos más sabrosos del día a día. Los pienso con exagerada antelación, siempre los trato de personalizar de alguna forma y, si estoy muy muy afilada en inspiración, los conecto con alguna historia que me haya contado «el regalado».
No sé si siempre fui así, pero hubo un hito en mi vida que sin duda está relacionado con esta cuasi obsesión con dejar algo más allá que un bulto material o papel tirado cuando entrego un regalo. Eso sucedió a mis quince años.
A diferencia de lo que suelen hacer algunas chicas al cumplir esa edad, yo no quise organizar una fiesta y tampoco que me regalaran alhajas, algo bastante tradicional en mi país. A cambio, dejé la tarea de pensar el detalle celebratorio abierto al público. La jugada me salió muy bien por algunos lados, y no tan bien por otros, pero digamos que lo mejor es que dio pie a esta historia.
Entre todos los invitados estaba, por supuesto, esta tía mía. Como suele darse, mi tía llegó entre los primeros invitados. Nunca que la vi desde que nací llegó a verme con las manos vacías, así que se acercó y me dio un paquete cuadrado y pesado: un libro. Lo abrí cuidadosamente con algo de intriga, primero por arriba, después por abajo y finalmente tiré del papel del medio. Me encontré con la contratapa, así que lo di vuelta y leí: A Woman In Charge: The Life of Hillary Rodham Clinton.
No entendí nada, pero le sonreí, le agradecí y lo llevé a desfilar con el resto de los regalos que descansaban sobre mi colcha de flores azules. Al terminar el cumpleaños, mi hermano mayor me visitó en el cuarto para ver qué había recibido. “¡Todo esto!” le dije estirando mis brazos sobre la cama como presentadora de productos en televisión. Él fue directo al libro y me preguntó quién me lo había dado. Le conté que había sido esta tía mía, y me dijo: “¿Sabés qué quiere decir esto?”. Contesté que no. Enseguida me explicó que nadie regala un libro así sin querer transmitir un significado adicional. Como buen lector de biografías, me aseguró que iba a encontrar algo valioso en esa historia personal. Y terminó: “que te haya regalado esto quiere decir que ve algo grandioso en esa mujer que también ve en tí”.
Esa noche cerré los ojos pensando en todo esto. Nunca, hasta ese momento, había contemplado ser alguien más de lo que ya era: un granito más de arena. No tenía en mi diccionario la palabra propósito, no había dimensionado las posibilidades de intentar de ser alguien más allá de las fronteras de mi barrio, y ni siquiera había pensado en la idea de dejar una huella en nada ni en nadie.
No puedo decir que, antes de eso, no hubiese estado completamente bañada en palabras que apoyaron al desarrollo de mi autoestima y que me brindaron el cariño del mundo. Ni que hablar que también recibí regalos fabulosos que dejaron otro tipo de enseñanza en mí.
Pero este regalo… este derribó los muros que escondían todas mis posibilidades. Me enseñó que se puede regalar no solo para el ser que se para frente a ti, sino para el espíritu que todavía no tiene idea que está por venir. Me enseñó a creer que uno tiene un poder inmenso cuando proyecta su visión del otro, y puede transformarlo desde adentro para mostrarle lo mágico que puede llegar a ser creer en el potencial de alguien por las cosas que aún no percibe de sí mismo.
Hoy, como adulta, reconozco que con el significado del libro esta tía mía hizo un mesías de mí. Llevo veinte años intentando, tal como me enseñó, intentando en la medida de mis posibilidades de liberar a quien pueda de sus propias cadenas.
Porque no me regaló un libro. Me regaló el saber que mis límites y lo que puedo dejar antes de que me toque ir, dependen enteramente de mí.
Esa noche, empecé a leer.
Guadi
on 20 diciembre 2023Qué hermoso conocer un poquito del trasfondo de esa gran habilidad para los regalos 🥰
Maria del Carmen Perrier
on 11 enero 2024¡Jajaja! Amiga querida, no te quedás atrás. Lo más lindo de los regalso igual es el ejercicio de pensar en el otro, más allá del resultado final. Ejercitar la empatía es una tarea humana permanente. Te quiero y te abrazo siempre 🧡
Rosina Otegui
on 21 diciembre 2023Hola 😊 No te mandé antes mi comentario porque quería esperar a hoy para desearte un
Muy feliz cumpleaños 😍🎉🎂🌺 Que tengas un día súper especial, rodeada de tu querida y amorosa familia ❤️
Muchas gracias por el regalo maravilloso que nos hiciste con tu historia de diciembre ! Con gran emoción la leí y la volví a leer y a disfrutar.
Más allá del amor o el pienso que le pongamos a los regalos, lo más importante y fundamental es lo que pone de sí y lo que hace con él quien lo recibe 🤗😍
Felicitaciones por los 10 años de tu blog !!!
Maria del Carmen Perrier
on 11 enero 2024¡Gracias tía querida! Siempre dando luz a todos mis caminos. Te quiero mucho 🙂
Victoria
on 14 enero 2024Que lindooo!! Me encantó!😊 También me gusta mucho hacer regalos y el proceso de pensar en el otro hasta encontrar el regalo que creo es el indicado 🤩
Maria del Carmen Perrier
on 12 febrero 2024Es que se vuelve como un lindo hobbie ¿no? Que además tiene todos los elementos de felicidad posibles. Disfrute propio y emoción del otro. 🙂 Un beso Vic!